INTERNACIONALES
26 de septiembre de 2025
Netanyahu llega a la ONU decidido a rechazar el Estado palestino mientras crece la presión por la ofensiva en Gaza
La intervención del premier israelí coincide con el avance diplomático de varios aliados occidentales hacia Palestina y con protestas organizadas en Nueva York por organizaciones que exigen detener la operación militar de Tel Aviv
El lunes, el presidente francés Emmanuel Macron reunió a varios líderes occidentales en una cumbre que culminó con la decisión colectiva de reconocer el Estado palestino, un hecho sin precedentes en el seno de la diplomacia europea reciente. La medida representa un giro frente a la falta de avances en el proceso de paz y al creciente descontento ante la respuesta militar israelí.
Netanyahu, en tanto, permanece firme en su negativa a cualquier iniciativa que implique la independencia palestina. A lo largo de los últimos años, ha contado con el respaldo de fuerzas de extrema derecha, que incluso han impulsado la posibilidad de anexar Cisjordania y desmantelar cualquier escenario de Estado palestino viable.
El clima en Nueva York refleja el nivel de polarización. Decenas de manifestantes y simpatizantes se congregaron frente al hotel donde se hospeda Netanyahu. “Los criminales de guerra no merecen paz mental. No merecen dormir”, afirmó la activista Andrea Mirez, una de las que pide su arresto internacional por crímenes de guerra en Gaza. Se espera que el viernes, cuando el primer ministro dirija su mensaje a la Asamblea General, tenga lugar una protesta masiva en Times Square impulsando el pedido de detención.
Mientras tanto, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, intervino el jueves por videoconferencia, luego de que Estados Unidos rechazara su solicitud de visa. Abbas aprovechó el foro para condenar el ataque de Hamas el 7 de octubre y el antisemitismo, al tiempo que defendió el derecho palestino a un Estado independiente, libre del dominio de Hamas, rival del gobierno central en Ramallah.La postura del primer ministro se verá puesta a prueba en un escenario político internacional cambiante, mientras persiste la presión humanitaria y mediática sobre la crisis en Gaza y la exigencia por una solución negociada. La jornada en la Asamblea General promete elevar la presión diplomática y profundizar la distancia entre Israel y quienes hoy apuestan por un giro en el conflicto palestino-israelí.
(Con información de AFP)