ACTUALIDAD
26 de enero de 2025
El consumo, entre retrocesos y recuperación según cada sector
El impacto de la quita de subsidios y la dinámica del crédito reconfiguraron los hábitos de gasto de los hogares. Las expectativas con menos inflación
En el último año se produjeron fuertes cambios en la composición del gasto de los hogares, a raíz de la quita de subsidios y el consecuente aumento en las tarifas de los servicios públicos.
En el marco de las Fiestas de fin de año, el consumo creció 1,9% mensual en diciembre pero presentó un retroceso de 3,4% en relación al mismo mes de 2023 y cerró el 2024 con una caída acumulada de 7,4%, según el indicador de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
Por lo pronto, en diciembre se observó una dinámica generalizada de decrecimiento en los distintos rubros respecto a 2023.
Leonardo Alaniz, director de la consultora, señaló que “las categorías que menos sufrieron son las de demanda inelástica, como alimentos básicos. Las principales afectadas fueron aquellas relacionadas con ‘darse un gusto’ y es donde más espacio de recuperación hay”.
Sobre este segmento de consumo en particular, desde Ecolatina, el economista Federico Moll, aseguró: “Los datos de diciembre muestran en la serie desestacionalizada que no se alcanzó el piso. Desde fines de 2023, el mercado empezó observando una contracción que todavía no parece haber terminado”.
En la medida en que esta tendencia persista, “es probable que se profundice en los próximos años el proceso de reformulación de la estructura de gastos de los hogares. Hay mucho espacio para que el segmento de bienes durables siga creciendo en detrimento del consumo masivo”, afirmó Moll.
De todos modos, consideró que es difícil pensar que vaya a caer más en 2025 debido simplemente a la baja base de comparación con la que cerró el año pasado.
Para el caso de los haberes jubilatorios, el especialista dijo que la fórmula que los ajusta por inflación hace que sólo puedan recuperarse en un contexto de fuerte desaceleración de precios. Ese efecto es cada vez pequeño y compite con la licuación del bono discrecional de $70.000 para quienes perciben la mínima.
En cuanto a salarios, “los límites a las negociaciones paritarias que establece el Gobierno ponen también un techo a la recuperación. Algo similar puede decirse de los salarios públicos, muy afectados por el ajuste fiscal”.
Y concluyó: “En la práctica, nos acercamos a una etapa en que la mejora de ingresos suele empezar a competir y generar tensiones con el objetivo de desinflación. El Gobierno parece decidido a compensar este problema a través de la apreciación cambiaria y la apertura. Eso plantea dudas respecto de los efectos productivos y sobre su sostenibilidad de mediano plazo”.
Desde otro punto de vista, y respecto al impacto que podría generar un aumento del consumo en la inflación, Alaniz opinó que no necesariamente se va a producir una suba.