INTERNACIONALES
1 de octubre de 2025
La sorprendente evolución de los peces antárticos: investigan cómo lograron sobrevivir al frío extremo

Un equipo internacional analizó la estructura craneal de especies que habitan el Océano Austral, identificó cambios clave en la forma y función de sus mandíbulas y reveló que la incorporación de un módulo óseo flexible permitió diversificar fuentes de alimento y prosperar en un ambiente helado y hostil
El equipo de investigación utilizó microtomografías computarizadas para analizar más de 170 especies de peces, generando mapas tridimensionales de ocho huesos craneales a lo largo del árbol evolutivo de los nototenioideos. El análisis reveló que estos peces dividieron sus mandíbulas orales en módulos superior e inferior, lo que permitió que ambas partes evolucionaran de manera independiente. Esta innovación facilitó la aparición de mandíbulas especializadas: algunas especies desarrollaron estructuras trituradoras para alimentarse de presas del fondo, mientras que otras perfeccionaron la alimentación por succión, ideal para capturar presas rápidas en aguas abiertas.
“Al desacoplar las mandíbulas, los nototenioideos pudieron modificar la mecánica de succión y mordida sin tener que rediseñar toda la cabeza”, explicó Evans. Esta capacidad de adaptación resultó especialmente valiosa durante los grandes cambios ambientales del Océano Austral, como el surgimiento de la Corriente Circumpolar Antártica, los episodios de glaciación y las oscilaciones entre periodos de congelamiento y deshielo.El origen de esta historia evolutiva se remonta a un ancestro que, al migrar hacia el sur, contaba con una ventaja crucial: proteínas anticongelantes en la sangre. Evans ilustró la magnitud de esta adaptación con una analogía: “Imaginen arrojar todos los peces tropicales de Florida a Alaska en diciembre. La mayoría moriría. Pero un pez tenía anticongelante en la sangre, así que se quedó. Sin competencia, se propagó en todas estas nuevas formas”.
Para el equipo de la Universidad Rice, el caso de los peces de hielo trasciende la biología antártica y ofrece una perspectiva sobre la capacidad de la vida para adaptarse al cambio. Evans concluyó: “La modularidad no solo acompañó a la diversificación. Probablemente la hizo posible en uno de los entornos más hostiles de la Tierra”.