INTERNACIONALES
3 de agosto de 2025
Saqueos, caos y disparos indiscriminados: por qué la ayuda humanitaria no llega a quienes más la necesitan en Gaza

El bloqueo israelí, los obstáculos burocráticos y las bandas criminales convierten cada entrega de alimentos en una escena dramática donde palestinos hambrientos se enfrentan entre sí con cuchillos por un saco de harina
La situación humanitaria dramática en la Franja de Gaza es la consecuencia del bloqueo total a la ayuda humanitaria impuesto por Israel desde el 2 de marzo hasta el 19 de mayo.
Cada día, los corresponsales de AFP son testigos de escenas dramáticas en las que multitudes desesperadas se abalanzan, a menudo poniendo en peligro sus vidas, sobre vehículos cargados de víveres o sobre lugares donde aterriza la ayuda lanzada por vía aérea.El jueves, en Al Zawayda, en el centro de la Franja de Gaza, decenas de palestinos demacrados acudieron corriendo, empujándose y arrebatándose los paquetes tras ver el lanzamiento de palés desde un avión.Para evitar disturbios, los conductores del Programa Mundial de Alimentos (PMA) tienen instrucciones de detenerse y dejar que la gente se sirva directamente. En vano.
“Una rueda de camión casi me aplasta la cabeza y me lesioné al recoger el saco”, suspira un hombre, con un saco de harina sobre la cabeza, en la zona de Zikim, al norte de Gaza.Mohammad Abu Taha acudió al amanecer a un punto de distribución cerca de Rafah, en el sur, para hacer fila y reservar su sitio: ya había “miles esperando, todos hambrientos, por un saco de harina o un poco de arroz y lentejas”.Casi 1.400 palestinos que esperaban ayuda han muerto desde el 27 de mayo en la Franja de Gaza, “la mayoría” por el ejército israelí, denunció la ONU el viernes.
Desde hace meses, las organizaciones internacionales también denuncian los repetidos obstáculos impuestos por las autoridades israelíes, como denegar permisos para cruzar las fronteras, la lentitud en los trámites aduaneros, la limitación de los puntos de acceso o las rutas peligrosas.
El martes, en Zikim, “el ejército israelí modificó en el último momento los planes de carga del PMA, mezclando los cargamentos y obligando al convoy a salir antes de lo previsto, sin la seguridad adecuada”, aseguró un alto cargo de la ONU bajo condición de anonimato.“Una es bastante segura, la otra es escenario habitual de combates y saqueos, y es esa la que nos obligan a tomar”, afirma.
Parte de la ayuda es saqueada por bandas —que a menudo atacan directamente los depósitos— y desviada en beneficio de comerciantes que la revenden a precios exorbitantes, según varias fuentes humanitarias y expertos.“Estamos en un sistema ultracapitalista, donde comerciantes y bandas corruptas envían a niños a arriesgar sus vidas en los puntos de distribución o en saqueos. Se convirtió en una nueva profesión”, explica desde Gaza Jean-Guy Vataux, jefe de misión para Médicos Sin Fronteras (MSF).
Estos víveres, precisa, se revenden luego a “quienes aún pueden permitírselos” en los mercados de Ciudad de Gaza, donde el precio de un saco de 25 kg de harina puede superar los 400 dólares.Estas acusaciones justificaron el bloqueo total impuesto a Gaza entre marzo y mayo, y luego la creación, a finales de mayo, de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), un organismo privado apoyado por Israel y Estados Unidos, que afirma haberse convertido desde entonces en el principal proveedor de ayuda, pero con el que las demás organizaciones se niegan a trabajar.
“Hamas (...) robó la ayuda humanitaria a la población de Gaza en numerosas ocasiones disparando contra palestinos”, volvió a declarar el lunes la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Muy debilitado, Hamas está compuesto hoy en día principalmente por “células autónomas descentralizadas que se esconden aquí y allá en un túnel o en una casa destruida”, estima el investigador Muhammad Shehada.
Algunos responsables humanitarios afirmaron a AFP que durante el alto el fuego que precedió al bloqueo de marzo, la policía de Gaza -que cuenta con numerosos miembros de Hamas- participaba en la seguridad de los convoyes humanitarios, pero que el actual vacío de poder favorecía la inseguridad y los saqueos.Hay incluso sospechas de que el ejército israelí equipó a redes criminales en su lucha contra Hamas y les ha permitido prosperar y saquear.
Según medios israelíes y palestinos, un grupo armado llamado Fuerzas Populares, que reúne a miembros de una tribu beduina dirigida por Yasser Abu Shabab, opera en esta región del sur bajo control israelí.
Según Michael Milshtein, del Centro Moshe Dayan de Tel Aviv, varios de sus miembros están implicados en “todo tipo de actividades criminales”, entre ellas el tráfico de drogas que transita por el Sinaí egipcio.
Unas afirmaciones que corrobora un actor humanitario, quien añade: “Nada de esto puede suceder en Gaza sin la aprobación, al menos tácita, del ejército israelí”.