SALUD
5 de diciembre de 2024
De aumento de peso hasta suba de colesterol: la falta de actividad física es un riesgo creciente entre los jóvenes
Un estudio reciente revela que el sedentarismo prolongado incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas y obesidad. Por qué advierten que las pautas actuales no alcanzan para contrarrestar los efectos negativos y qué recomiendan los expertos
Publicada en la revista científica El estudio muestra que estar sentado durante ocho horas o más al día perjudica la salud, incluso en adultos jóvenes activos, aumentando notablemente los niveles de colesterol y el índice de masa corporal (IMC), ambos indicadores de riesgo para enfermedades cardíacas y obesidad.
Este estudio, basado en la recolección de datos de más de 1000 hombres y mujeres con una edad promedio de 33 años, concluye que las actuales El índice de masa corporal (IMC) es una herramienta utilizada para determinar si una persona tiene un peso adecuado en proporción a su altura, calculándose al dividir el peso en kilogramos por el cuadrado de la altura en metros. Este indicador es fundamental en la evaluación de salud, especialmente en lo que respecta a la obesidad y los riesgos asociados.Los investigadores, al analizar a más de 1000 hombres y mujeres, hallaron que el tiempo prolongado de estar sentado puede hacer que los niveles de colesterol de personas entre 30 y 35 años pasen de ser saludables a estar en riesgo. Según se indica en el estudio, el estar mucho tiempo sentado “marcaba la diferencia entre un riesgo cardíaco nulo y moderado”, mostrando que las consecuencias son independientes de otros factores de riesgo como la dieta.
Se demostró que las actuales pautas de ejercicio no son suficientes para contrarrestar estos efectos negativos. El estudio destaca que “duplicar la cantidad recomendada de ejercicio semanal”, es decir, cinco horas de actividad moderada o 2,5 horas de actividad vigorosa, resultó ser más eficaz para reducir estos riesgos.Según los investigadores, “entre los gemelos, aquellos que redujeron su tiempo sentados o realizaron niveles más altos de actividad vigorosa mostraron consistentemente índices de colesterol e IMC más saludables que sus hermanos que permanecieron sentados durante más tiempo o hicieron menos ejercicio”. Esto sugiere que las diferencias en salud son más atribuibles a elecciones de comportamiento que a factores genéticos.
La investigación destaca, además, la urgente necesidad de modificar comportamientos sedentarios y fomentar hábitos más activos para mantener la salud cardiovascular y metabólica. Los investigadores sostienen que “reducir el tiempo que pasan sentados, mejora significativamente los resultados de salud”. De este modo, insisten en la importancia de incorporar altos niveles de actividad vigorosa.En ese sentido, los investigadores señalan que “aumentar la intensidad y la duración del ejercicio, especialmente las actividades vigorosas, puede ayudar a compensar el daño”, sugiriendo acciones prácticas como hacer pausas activas regulares durante el día laboral, caminar más y elegir actividades que eleven la frecuencia cardíaca.
La posibilidad de actualizar las pautas de actividad física se vislumbra como un objetivo a partir de estos hallazgos. Los investigadores esperan que sus resultados influyan en futuras directrices, promoviendo no solo la cantidad de actividad física, sino también la intensidad, especialmente para aquellos con rutinas sedentarias.“La adultez temprana es un momento crucial para establecer hábitos saludables. Si no le das prioridad al movimiento ahora, todo se complicará a medida que la vida se llene de más responsabilidades”, advierten los investigadores al insistir en que desarrollar un estilo de vida activo desde temprano puede prevenir complicaciones de salud futuras.