La repetición de inundaciones entre 2012 y 2015 generó un movimiento vecinal que, entre otros planteos, comenzó a presionar para que el Estado avance en la relocalización de familias afectadas por las crecidas. La exigencia tuvo efectos positivos y en 2015 se firmó un consorcio urbanístico sobre parcelas cercanas al barrio Santa Marta. Sin embargo, aquel proyecto atravesó toda clase de obstáculos. Y al cierre de la anterior gestión de gobierno solo se había completado en un 30%, expresado en la entrega de 60 inmuebles (la mitad de ellos bajo la modalidad de prefabricados) sobre un total de 202 proyectados. Otra parte quedó en virtual abandono, producto de un proceso constructivo no convencional que dejó restos de viviendas abandonadas, muchas de los cuales se volvieron inservibles.

El cambio de signo político reactivó aquella iniciativa. Antes de fin de año se espera la entrega de 84 inmuebles, cuyo financiamiento se dio a través del Ministerio de Hábitat de Nación. Las construcciones se dividieron en dos bloques. Uno de 54, a cargo de la cooperativa Vencedores Vencidos del Movimiento de Trabajadores Excluidos, con un amplio recorrido en viviendas sociales dentro del distrito, como puede comprobarse en los complejos habitacionales de Villa del Parque y Olivera. Este núcleo se encuentra en la etapa de las terminaciones, es decir, afrontando los últimos detalles antes de las entregas definitivas. El otro, de 30 casas, está bajo la responsabilidad de la cooperativa Mi País.

En ambos casos se trata de viviendas de material, con techo de chapa y los respectivos servicios. Se estima que para febrero todo el complejo, además del barrio La Loma y el Procrear de Plumas Verdes, quedará conectado a la red cloacal mediante la planta de tratamiento pronta a terminarse en cercanías de Santa Marta: “La Cooperativa Eléctrica arranca la terminación. Por ahora el barrio funciona con biodigestores. La idea es tener terminada la planta para el verano próximo para poder avanzar con las conexiones”, indicó Daniel Domínguez, secretario de Obras Públicas de la Municipalidad.

Según comentó el funcionario, el resto del plan comenzaría a ejecutarse el próximo año, en ese caso por fondos provinciales. Con el acuerdo ya alcanzado, resta que comience el desembolso del dinero comprometido. Serán 58 viviendas (para completar las 202 proyectadas inicialmente), de las cuales 28 serán objeto de restauración de las estructura abandonadas y 30 se construirán desde cero bajo la modalidad convencional. A su vez está cerca de concluir el proceso de escrituración de la tierra, otro de los temas que generó problemas luego del consorcio urbanístico firmado en 2015 entre la Municipalidad y privados.