La infertilidad es un desafío complejo que afecta a muchas parejas en todo el mundo. Aunque los tratamientos médicos convencionales avanzaron significativamente, cada vez más personas buscan enfoques complementarios para mejorar sus posibilidades de concepción, ya sea de manera natural o con tratamiento. Dos de las disciplinas que han ganado reconocimiento en este ámbito son la acupuntura y la osteopatía. Ambas ofrecen abordajes holísticos que ayudan y complementan los tratamientos médicos tradicionales, y abordan tanto los aspectos físicos como emocionales de los pacientes en tratamiento.

¿Qué es la acupuntura y qué es la osteopatía?

La acupuntura es una disciplina milenaria de la medicina china que utiliza la inserción de finas agujas en puntos específicos del cuerpo para estimular su capacidad de autocuración. Esta práctica se basa en la teoría de que el cuerpo tiene una energía vital llamada "qi" que fluye a través de canales conocidos como meridianos. La inserción de agujas en estos puntos ayuda a equilibrar el cuerpo, promueve salud y el bienestar.

Por otro lado, la osteopatía es una terapia manual que busca restablecer el equilibrio del cuerpo y trabaja sobre el sistema musculoesquelético, los órganos y las fascias. Esta disciplina se centra en la relación entre la estructura y la función del cuerpo, utiliza técnicas manuales para evaluar, diagnosticar y tratar disfunciones que pueden afectar la salud general.

¿Para qué sirven ambas disciplinas?

La acupuntura es conocida por su capacidad para aliviar el dolor, regular el sistema nervioso, mejorar la circulación y equilibrar las energías del cuerpo. En el contexto de la infertilidad, la acupuntura puede ayudar a regular las hormonas, mejorar el flujo sanguíneo hacia los órganos reproductivos, reducir el estrés y fortalecer la conexión cuerpo-mente, lo que puede aumentar las probabilidades de concepción.

La osteopatía, en cambio, es ideal para aliviar tensiones musculares, mejorar la postura, optimizar la movilidad y restablecer la función de los órganos afectados por restricciones mecánicas. En el ámbito de la fertilidad, la osteopatía trabaja liberando tensiones en la pelvis, el útero y otras estructuras relacionadas con la reproducción, mejorando la movilidad de los órganos y optimizando el entorno para la concepción.

¿Cómo actúa cada una en el cuerpo y cuál es su relación con la fertilidad?

La acupuntura regula las hormonas que controlan el ciclo menstrual y la ovulación y, por otro lado, mejora la función del eje hipotalámico-hipofisario-ovárico, crucial para la fertilidad. Además, aumenta el flujo sanguíneo al útero y los ovarios, lo que mejora la calidad del endometrio y favorece la implantación del embrión. La reducción del estrés es otro de los beneficios clave, ya que disminuye los niveles de cortisol y ansiedad, factores que pueden afectar de manera negativa la fertilidad.

La osteopatía, por su parte, mejora la circulación pélvica, optimiza el flujo de sangre y linfa en la zona pélvica y mejora el entorno de los órganos reproductivos. Libera tensiones en la pelvis y puede corregir desalineaciones o tensiones que pueden estar afectando al útero, ovarios y trompas de Falopio. También asegura que el cuerpo esté alineado, lo que suele mejorar la funcionalidad del sistema reproductivo y aliviar molestias relacionadas con el aparato reproductivo, como ser la endometriosis o adherencias.

¿Cómo pueden ayudar o integrarse a los tratamientos de fertilidad?

Ambas disciplinas pueden complementar los tratamientos médicos convencionales. La acupuntura potencia los efectos de los tratamientos hormonales y reduce efectos secundarios, mientras que la osteopatía puede preparar el cuerpo de forma óptima para procedimientos como la fertilización asistida, al liberar tensiones y mejorar la circulación. Sin lugar a dudas, juntas, promueven un enfoque global que considera tanto el bienestar físico como emocional de los pacientes.

El beneficio y la combinación de ambas disciplinas -que no son excluyentes, sino que se potencian- es notoria ya que puede mejorar la capacidad del cuerpo para autorregularse y sanar, promover un estado de relajación profunda, reducir los factores de estrés físico y emocional, y aumentar la receptividad del útero y optimizar la calidad del entorno reproductivo. Es decir, son complementarios a los tratamientos de fertilidad, pueden ser indicadas de forma simultánea, y es de suma importancia trabajar con profesionales especializados, idóneos en ambos tratamientos, para mantener un enfoque interdisciplinario y maximizar los beneficios. La acupuntura y la osteopatía ofrecen un enfoque seguro, no invasivo y complementario para tratar la infertilidad.