Una de esas novedades que recibió en las últimas horas el fiscal Gastón Larramendi, a cargo de la UFI Descentralizada de Vicente López Oeste, es una buena noticia entre tanto drama: dieron de alta al nene de 12 años que viajaba en el Toyota Corolla que fue aplastado por el container del camión que se desprendió por la violencia del siniestro.

Se trata del hijo de Sol Quirno (44) y hermano de Camila (10), las dos víctimas fatales del siniestro vial. En paralelo, el funcionario a cargo de determinar lo que ocurrió sobre la traza de la Panamericana el domingo por la noche también recibió la información de que “el container tenía colocado los pinos, así se llama a los precintos de seguridad”, según pudo saber Infobae.

La forma en la que estaba asegurado el container que termina matando a madre e hija era uno de los temas a determinar para conocer las responsabilidades del camionero en la tragedia. “El contenedor estaba vacío, quizá distinto hubiera sido todo si estaba con carga, ya que el peso podría haber impedido que se desplace o no y todo hubiera sido peor...”, detallaron las fuentes del caso consultadas por este medio.

En ese contexto, también dijeron que el conductor “no tenía infracciones de tránsito” en su haber y que se rompió el brazo en la maniobra para poder controlar el vehículo que terminó impactando contra el guardarraíl y embistiendo a otro Toyota Corolla en el que iban dos chicos de 17 años.

“Efectivamente, el camión iba por el carril lento y fue impactado por el Peugeot 206, aunque el chofer asegura que no vio nada. Sí contó que se le desvió el rodado y, al tratar de enderezarlo, se desplazó al otro lado. En esa maniobra, se quebró el brazo izquierdo”, explicaron los investigadores.

Por lo pronto, el test de alcoholemia a los conductores del Toyota Corolla, del camión y del Peugeot 206 implicados dio negativo.

En tanto, una de las malas noticias que recibió el fiscal es que el adolescente de 17 años que iba como acompañante en el Toyota Corolla que fue embestido por el camión sigue grave: “Está en coma inducido”.

Por lo pronto, desde la autopista tampoco le dieron buenas noticias al funcionario que investiga la tragedia: es que “las cámaras de seguridad de la autovía funcionaban, pero apuntaban para otro lado”. O sea, no captaron el siniestro.

Ante ello, Larramendi dio instrucciones a la Policía para que hagan una búsqueda en la zona de cámaras que hayan podido captar algo de lo sucedido. Las imágenes son clave para esclarecer efectivamente si, como testificó el conductor del Peugeot 206, hubo otro auto involucrado que fue el que dio inicio a la tragedia y habría huido del lugar.

“Hay quienes dicen que ese auto venía corriendo picadas, por lo que la Policía Bonaerense está buscando en las cámaras de la autopista imágenes de otra zona, previas al accidente, en el que se pueda sacar algún indicio de ello. También se pidió al 911 y al 109 si hay denuncias sobre un coche que fuera a alta velocidad por la traza”, indicaron las fuentes del caso.

Es que la única información que tiene el fiscal Larramedi, y que abona la teoría de que un coche tocó al Peugeot 206 y eso desestabilizó al camión y generó la tragedia, fue la del propio conductor de ese Peugeot 206. Por ello, el funcionario decidió que aún no indagará a ninguno de los sospechosos hasta no corroborar la presunta participación de otro vehículo y qué grado de participación tuvo.

En tanto, se conoció que Emiliano M., de 17 años, que tiene una fractura en la pierna y contusión en la cabeza; y Santiago A., también de 17 años y con fracturas múltiples, eran quienes iban en el Toyota Corolla chocado por el camión. El menor que manejaba tenía registro.

En tanto, Abril Carrizo, de 26 y con fracturas múltiples; una amiga suya y el novio de esa joven ya fueron dados de alta y estaban en el Peugeot 206. El conductor del camión, Diego Fernando Iturrate, de 48 años y fractura en el brazo, también dejó el hospital.