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29 de julio de 2024

La preocupación de los inversores: cómo hará el Gobierno para cancelar los vencimientos de enero 2025

La mayoría apuesta a una operación con el oro. A su vez, las consultoras observan un proceso de convergencia entre la pauta de deslizamiento del dólar y la tasa de inflación, lo que eventualmente permitiría una salida ordenada del cepo, si hay además suficientes reservas

El viernes, el pago de importaciones de energía obligó al Banco Central a vender USD 92 millones que hicieron caer las reservas en USD 23 millones a USD 27.307 millones. Fue la noticia negativa de un viernes donde renacieron los bonos soberanos y mejoró el humor de los inversores.

Todo este movimiento se tradujo en un elevado monto de operaciones en el MLC. Cuando faltan solo dos ruedas para terminar el mes, se notó una fuerte venta de dólares que hicieron bajar los bonos financieros y el “blue”.

Los bonos soberanos tuvieron una resurrección de 1,5% promedio porque se espera que haya novedades sobre la operación de Repo (venta de bonos o del oro a bancos con el compromiso de recomprarlos en una fecha fija a un precio predeterminado). Esta operación asegura los pagos de deuda de enero próximo y reafirma la fe en los bonos que estaba en duda. El viernes el riesgo país bajó 27 unidades (-1,7%) a 1.562 puntos básicos.

Para la consultora F2, de Andrés Reschini, “las reservas netas habrían terminado en el orden de los USD 5.600 millones negativos y es allí donde probablemente se esté centrando la gira de Luis Caputo con gestiones ante el FMI y Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de EEUU. La convergencia entre tasas, inflación y tipo de cambio está cada vez más cerca. Más aún con un dólar avanzando marginalmente por encima del 2% TEM y mejores previsiones de inflación, podría estar diciéndonos que el mercado espera novedades hacia fin de año, principios del que viene como para encarar la campaña hacia las elecciones de medio término con el cepo como un asunto terminado”.

Sobre la tasa del dólar futuro, el informe de F2 indica que la curva de tasas implícitas en futuros “quedó levemente por encima de la de rendimientos de Lecap. Dada la exigua diferencia y la cercanía al final de mes podría tratarse de presiones a causa del roll over (renovación), pero es imposible descartar que el mercado haya comenzado a tomar posiciones ante mejoras en las proyecciones del índice de precios que puedan dar lugar a un levantamiento de las restricciones más rápido de lo que parecía. Los break evens (puntos de equilibrio) de inflación implícitos en los bonos del Tesoro se han ido acomodando sistemáticamente a la baja pasando desde 4,5% para diciembre al 3,6%% el 26 de julio y los papeles que ajustan por CER ya llegan a marcar tasas de retorno superiores al 8% anual.

Suponiendo que las expectativas siguen ajustándose a este ritmo, para que el break even de diciembre llegue al 2,33%, que es el crawl promedio de julio, necesitamos un mes. Por otra parte, aún si el gobierno lograse unificar el tipo de cambio en $1.300 para fin de año como el CCL actual, por ejemplo, y lograr estabilidad ¿quién podría decir que no sería un éxito luego de recibirlo en torno a $1.000 y con un 120/130% de inflación?”.

La consultora FMyA de Fernando Marull señala que el Gobierno quiere preparar el terreno para salir del cepo, pero que antes “todo empiece con 2″: 2% dólar oficial, 2% de inflación, 2% de tasa, 2 cuotas y una brecha de 20 por ciento. La apuesta oficial es que en el cuarto trimestre (o antes) la inflación sea 2%, no haya pesos, y la brecha esté estable (la brecha puede ser 40% como hoy, pero en realidad es menor, de 20%, si comparamos el dólar Importador, de $1.050, y el CCL, de $1.330). Y recién ahí acelerar a la Fase 3, cuando saldría del cepo, como dijo el BCRA. Esperamos más dólares del Blanqueo y Organismos hasta septiembre. Eso ayudará”.

Para la consultora EconViews del cepo se puede salir “por las buenas o por las malas”. Y explica: “por las buenas sería una situación en la que el Gobierno lo hace por iniciativa propia y paga un costo relativamente bajo por abrirlo. En ese caso el tipo de cambio se podría unificar en niveles de $1.300 a precios de hoy o incluso algo menos. En este caso el efecto sobre precios sería controlado ya que hoy el comercio exterior funciona con un tipo de cambio efectivo y dado que la devaluación se hace con programa, con superávit fiscal, con buena comunicación y con una política monetaria contractiva, seguramente la inflación subiría unos 3 puntos el primer mes, dos el segundo y sólo uno el tercero. No debería ser un tema traumático y el fantasma quedaría atrás”.

El segundo camino es levantarlo “por las malas”, por presiones del mercado. Esto seguramente sería precedido por un aumento de la brecha, un riesgo país superior a los 1.500 puntos y reservas tocando un piso, que es lo que en última instancia fuerza la unificación cambiaria.

La consultora 1816 observa que el BCRA “ya interviene en el CCL/MEP)” y el Gobierno hace todo lo posible para que no haya dudas respecto al pago del vencimiento de Bonares y Globales de enero 2025: el Tesoro ya anunció la compra de USD 1.528 millones para los intereses y Milei habló el viernes pasado de un REPO para pagar el capital (vencen USD 2.830 millones).

Esta semana los inversores operarán siguiendo la evolución de las reservas que los preocupa tanto o más que la inflación. Enero 2025 para los inversores sigue siendo el mes que los preocupa.

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